VALENCIA | Luis Iván Cuende, empresario

‘El sistema educativo español mata la creatividad’

El empresario Luis Iván Cuende, durante su visita a Valencia. | Benito Pajares

  • Con 12 años, Luis Iván Cuende creó un sistema operativo libre
  • El Gobierno de Asturias lo rechazó y ahora circula por más de 20 países
  • En 2011 fue reconocido como el mejor ‘hacker’ europeo menor de edad
  • ‘Yo no me considero un genio ni más capacitado que otros jóvenes’

Noa de la Torre | Valencia

Actualizado viernes 26/10/2012 08:13 horas

Con 11 años empieza a programar. Con 12 monta su primera empresa. A los 15 es ya el mejor ‘hacker’ europeo menor de edad. Acaba de cumplir 17 con un proyecto entre manos para el cual ya ha encontrado un inversor de Arabia Saudí. Eso sí, en la lista de fracasos de Luis Iván Cuende podría incluirse el rechazo del Gobierno de Asturias de implantar su proyecto de ‘software’ libre… que ahora circula por 20 países.

Este jueves estuvo en Valencia participando en los Foros de Excelencia Empresarial de la Asociación de Jóvenes Empresarios. Este es su mundo y no es de los ‘frikis’. Ha incorporado a su rutina diaria de clases e instituto los viajes de trabajo para reunirse con inversores de todo el mundo. Confiesa, eso sí, que lleva un año sin hacer deberes.

Su boletín escolar es más bien deficiente, pero su currículum profesional arranca a los 12 años con su primera empresa. Una paga de 50 euros («nunca he pedido un crédito») le sirvió para comprar en internet un par de dominios. Su idea, «que el Gobierno de Asturias se ahorrase millones de euros» implantado el software libre de Asturix. Lo cierto es que en su tierra nunca le hicieron caso («se reían de mí por tener sólo 12 años»), aunque su idea compite hoy con Apple y Microsoft.

Lo de programar llegó «por casualidad» a los 11 años, cuando llegó a sus manos un CD con un sistema operativo que se le ocurrió instalar en ordenador viejo de su casa. «Logré vencer el aburrimiento». Y hasta tal punto esto es así que «la vida de verdad» de Iván comienza al salir del instituto. «Aunque en clase ya voy gestionando cosas desde el móvil, las tardes las dedico desde casa a programar, responder mails, crear…». Un asistente le ayuda con la agenda. «He tenido suerte de descubrir lo que me gusta», asegura Iván, que admite haber ganado dinero «aunque no con muchos ceros».

De hecho, él mismo se define como un «emprendedor social», preocupado por mejorar la vida de las personas con las aplicaciones tecnológicas, y «no por ganar dinero porque sí».

Con su nuevo proyecto, Holalabs, en el que también trabaja con un socio de 17 años, Iván intenta «revolucionar la interacción con internet». No en vano, ya pronostica que el futuro pasará por unas gafas de Google que permitirán interactuar con la tecnología a través únicamente del pensamiento. Y, por si acaso, quiere ponerse a aprender chino. «En un futuro habrá que irse a China a trabajar…».

«No me considero un genio ni más capacitado que otros, pero a veces no me interesan las conversaciones de la gente de mi edad… son vacías», dice.

Defensor de Anonymous (colabora con ellos porque «los políticos nos están mintiendo»), no podía dejar de pedir a los padres que dejen a sus hijos estudiar y hacer lo que quieran, también en internet. Los suyos, por ejemplo, asumen que, si su pobre expediente no le da para entrar en Stanford o MIT, no querrá estudiar más. «El actual sistema educativo no favorece el emprendimiento ni la creatividad; cuando empecé con mis proyectos mis notas bajaron». Y no entiende por qué no se deja copiar… «Me parece que está bien».

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