Robert Swartz estará el próximo 13 de mayo en Valencia en la Jornada «Educar para Pensar» que organiza la Universidad Cardenal Herrera CEU en colaboración con el IPPEX

Todos los alumnos pueden llegar a ser buenos pensadores y buenos estudiantes si reciben la ayuda necesaria”. Con esta afirmación inauguraba Robert Swartz, director de The National Center for Teaching Thinking (NCTT), su conferencia el pasado fin de semana en el Congreso Internacional de Innovación en Educación organizado por el Colegio Arenales Carabanchel y en el que IPPEX colaboró.

El prestigioso filósofo destacó que la clave del éxito de la educación pasa por no sustituir cosas sino subrayar lo que ya se hace.  “Las tres piedras angulares de las nuevas aulas del Siglo XXI son: el Pensamiento, la Comunicación y la Colaboración. El manejo de la información, resolución de problemas, el ser creativo, el trabajo en equipo y la autogestión deben estar alrededor del pensamiento”.

para dentro

También destacó la labor del profesorado, a quienes definió como «agentes del cambio«, y les animó a que enseñen a sus alumnos a ejercer el juicio crítico. “Las preguntas sirven para activar el pensamiento».  En este sentido, señaló la importancia de que el pensamiento se integre en la enseñanza de los contenidos curriculares. “Enseñamos a los alumnos las partes de todo, pero no para qué sirve cada una de ellas o qué relación tienen entre ellas”.

«Todo el mundo piensa, pero no todo el mundo piensa con el cuidado y la habilidad que debería», destacó el filósofo Robert Swartz.

 

«Educar para Pensar» en Valencia

En la Jornada del próximo 13 de mayo en Valencia, Swartz explicará, al igual que hizo el pasado fin de semana en Madrid, el modelo TBL, o lo que es lo mismo, el aprendizaje basado en el pensamiento y cómo implementar con éxito esta metodología en las aulas

Para explicar este método innovador, Swartz ha desarrollado una serie de pasos que se pueden resumir en los siguientes puntos:

1. Co-Construir una estrategia a seguir para realizar un mapa de pensamiento. Es decir, construir las preguntas entre alumnos y profesor.
2. Usar este tipo de pensamiento realizado con destreza sobre un contenido importante del currículo.
3. Los estudiantes trabajan juntos en grupos para compartir ideas.
4. Los estudiantes en cada grupo anotan las respuestas a las preguntas de la estrategia de pensamiento y con el organizador gráfico concentran su pensamiento para luego poder revisarlo.
5. Cada grupo expone sus resultados al resto; y ellos o el profesor los escriben en un organizador gráfico accesible a toda la clase.

En definitiva, “hay que determinar qué relación tienen las partes de un todo, para comprender ese todo” y “hay que encontrar contextos donde los alumnos se planteen buenas preguntas y así de esta forma mejoren su aprendizaje”.

Jornada de Valencia

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